La música SKA surgió en Jamaica, durante los años ’50. En sus inicios no era sino la fusión de varios géneros musicales con lo que en aquella época fuese el ritmo más famoso de la isla, el mento. Por eso en la música SKA podemos encontrar elementos del jazz, el swing, el boogie y, por supuesto, la música latina.
La importancia de este género es tal que los expertos afirman que fue a partir de la música SKA que se desarrollaron todos los géneros musicales jamaicanos que conocemos en la actualidad, como el rocksteady, el reggae, el dub y el más reciente, dancehall.
Las diferentes etapas de la música SKA
Las raíces de la música SKA nos reportan a una historia muy interesante. En los años ’40 y ’50 del siglo pasado la música americana era siempre más difícil de encontrar en la isla, sobre todo las novedades. Así, ni corto ni perezoso, Clement Dodd, un productor de música, le pidió a un grupo de intérpretes locales que creasen un género musical 100% hecho en Jamaica y cuyas notas incitaran a bailar. El grupo al cual se le concedió este encargo fueron los Skatalites, quienes, dicho sea de paso, aún hoy continúan tocando.
Esta fue la primera etapa de la música SKA. Luego, a finales de la década de los ’60 y comienzo de los años ’70, este ritmo cruzó el océano y llego hasta Inglaterra. Fueron los jóvenes ingleses quienes empezaron a experimentar con el SKA y le aportaron las variaciones que conocemos hoy. Añadieron más rapidez al sonido y le dieron un toque más duro.
Esta segunda etapa de la música SKA se le conoce como SKA 2-tone, un apelativo que se utilizó para indicar la plena integración entre la cultura afro-caribeña y la caucásica. Algunos de los artistas más destacados de aquella época fueron: Madness, Specials, Bad Manners, Beat y Selecter.
La tercera etapa de la música SKA comienza en los años ’80, de la mano de un músico inglés que se transfirió a Estados Unidos y creó la primera banda norteamericana de este género: Toasters.
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¡Yeah! qué gran post, me encanta el ska, y sobre todo bailarlo, es muy animado y cuando lo tocas entonces es la leche, una gran alegría estar en cualquier pub y que de repente empiece a sonar ska, no se resiste nadie a mover aunque sea un pie siguiendo su alegre ritmo. Y es que esa es una de las cosas que me encantan del ska que aunque realmente tiene un baile definido luego puedes y es lo más divertido para mí improvisar tú mismo y queda genial, además de que te lo pasas en grande.
Y lo mismo cuando se mezcla ska con rock o punk, da un resultado increíble, además las letras de estas fusiones suelen ser o bien de protestas o animadas y eso es algo que a mí me gusta bastante.
En fin, que es un gran género y que por desgracia se está perdiendo, ya hay muy pocos jóvenes que escuchen ska y locales en los que suene ya ni te digo, esperemos que resurja algún día.