Cómo tocar el Ukelele

Aprender a tocar el Ukelele

Hoy te voy a contar qué es lo que necesitas aprender para tocar canciones con este pequeño instrumento que hoy día está tan de moda. No te preocupes si no sabes nada de música porque es muy fácil y sencillo, en el caso de que sepas tocar el bajo o la guitarra ya sí que es pan comido.

Tipos de Ukelele

Para empezar tendrás que comprarte uno ¿no?, por ello es muy importante que distingas entre los distintos tipos de ukelele que hay. Entre estos:

  • Soprano. Es el más común, son los más baratos y pequeños. Tiene 12 o 14 trastes y una longitud media de 53 cm.
  • Ukelele alto. Es por así decirlo, el predecesor del soprano. Su longitud es algo mayor, de 58 centímetros y tiene entre 15 y 20 trastes. Es mejor para las personas que tienen las manos grandes y tiene un sonido más imponente.
  • Ukelele tenor. Es más grande aún, tiene más de 15 trastes. Su sonido es más rico en cuanto a notas se refiere, pues tiene más trastes.
  • Ukelele barítono. Se afina como las cuatro cuerdas más graves de la guitarra, por lo que suena muy parecido a esta. Es obvio que por su tamaño pierda el típico sonido de ukelele, pero si buscas otros tonos puede ser una buena opción.

Las partes de tu instrumento

Es muy importante conocer las partes del instrumento que tocas para saber por donde te mueves.

  • Cuerpo. Como expliqué en el artículo dedicado a los ukeleles, estos están realizados en madera de koa, árbol que se encuentra en la zona de Hawai. Su estructura es muy similar a una guitarra pero en pequeño, tiene una caja resonadora y un agujero (boca) para que el sonido entre y reverbere al rasgar las cuerdas.
  • Puente. Se sitúa un poco más abajo de la boca, es el punto de anclaje de las cuerdas con el fin de que queden tensas para poder tocar.
  • Cuello del ukelele. Es lo que en una guitarra, llamaríamos mástil.
  • Trastes. Son las secciones del diapasón que debemos pulsar con una digitación para tocar unos acordes o notas determinadas.
  • Cabeza del ukelele. Es lo mismo que el clavijero de una guitarra, pero en el caso de ukelele consta de cuatro clavijas para afinar las cuerdas.
  • Las cuerdas. El ukelele al igual que los bajos standard, tiene cuatro cuerdas. La más grave siempre será la última y la más fina la primera.

Afina tu ukelele

Es uno de los pasos más importantes, si tu ukelele no está bien afinado, no sonará bien. Para afinarlo debes de girar las clavijas apretando o aflojando la cuerda, ten cuidado de no hacerlo rápido, de lo contrario la cuerda se calentará y saltará. Si no sabes hacerlo de oído lo mejor es que utilices un afinador electrónico.

Las cuerdas del ukelele están afinadas en Sol, Do, Mi y La. Apréndete estas cuatro notas en notación americana que serían G,C, E y A para reconocerlas en tu afinador. También puedes utilizar las notas de un piano como referencia. Recuerda hacer esta operación despacio y con paciencia, alejando las cuerdas de tu cara para evitar accidentes.

La postura correcta

Debes de conseguir la postura adecuada para evitar estar incómodo y provocar lesiones en las muñecas. De pie o sentado, el ukelele debe de estar en la misma posición. Con la mano izquierda debes de sostener el cuello del ukelele y con la derecha rasgar las cuerdas.

Procura rasgar las cuerdas un poco más arriba de la boca, en una guitarra se debe de hacer sobre el agujero pero en el ukelele no. Mantén tu espalda recta sin encorvarte, esto evitará tensiones innecesarias.

Ejercita tus dedos

Para comenzar a ejercitar tus dedos y sincronización de las dos manos puedes hacer ejercicios cromáticos es decir pulsar 1,2,3,4 sobre cada cuerda y bajando por todo el cuello del ukelele.

Busca las posiciones de los acordes básicos en internet, apréndetelos uno a uno para digitarlos bien con la mano izquierda y apréndete un patrón de ritmo con la derecha para ir soltándote.

Cuando ya hayas interiorizado estos conocimientos básicos puedes probar a tocar alguna canción sencilla o atreverte también a intentar algo complicado. Ten paciencia y no te frustres, es mejor tocar despacio y bien que correr y que suene fatal. Ya lo sabes, sin prisa, pero sin pausa.

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